Un completo Diego Torres recorrió 20 años de carrera

La noche empezó bien calma; sentado él en el escenario y sentadas ellas en la platea. Con su guitarrista y su corista a los lados y un primer set de tres canciones, dio el puntapié inicial para un recorrido por toda su carrera, en tres horas donde la tranquilidad del comienzo se convirtió en un final a pura euforia.

Diego Torres festejó así sus 20 años en la música en el marco de la gira "Entre nosotros". Un concierto extenso, varios invitados, un destacable sentido del humor durante toda la noche, y un 90% de asistentes femeninas, que ya no son adolescentes, se dieron cita en el Gran Rex.
Para delicia de sus fans "domesticadas" -tal como él las describió- no faltaron los hits de hoy ni de ayer (algunos reversionados), que mostraron la evolución de quien fuera aquel muchacho de pelo largo que lanzó su primer disco en 1992 y que hoy es un ícono del pop latino.
A puro carisma, con una sonrisa que no se borró de su rostro en todo el show, ofició de anfitrión ante el público y los invitados. La primera fue Hilda Lizarazu, quien lo acompañó en "Donde van" para luego convertirse él en corista en la canción de la ex Man Ray, "Sola en los bares".
"Para mí es un honor haber sido parte de este disco", dijo Torres mientras de fondo aparecía la imagen de Mercedes Sosa y empezaba a sonar la voz de la tucumana. Bajo esa modalidad se escuchó la "Zamba para olvidar" y, en medio del tema que fue parte de "Cantora", se hizo presente Marcela Morelo.
En el momento de los acústicos, el artista que se movía del piano a la guitarra y que se autodefinió como "no sólo una cara bonita sino un chueco que canta" no se privó de nada. El ritmo flamenco afloró de la mano de "Alba" y de dos bailarinas.
Más tarde llegó el turno de los "noventosos" y una multitud de "señoras y señoritas" corearon "Estamos juntos", "No tengas miedo" y "Puedes decir que sí", de los tiempos en que Diego se debatía entre el cantante y el actor de "La banda del Golden Rocket".
Y aunque podría haber cerrado la apuesta con lo ya ofrecido, el intérprete fue por más y, junto a Juanchi Baleirón dio vida a una serie de reggaes de su autoría y a clásicos como "Waiting" y "Waiting in vain".
Casi al final, se sumaron más bailarinas caracterizadas como vaqueras y junto al protagonista de la noche se movieron al son de "Bendito". Sombrero alegórico y manos sobre el cinturón, Torres se dio el gusto también de bailar música country.
Luego de 3 horas, 37 canciones, 3 invitados, 1 sólida banda, el repaso de 9 discos y 20 años de trayectoria, el artista que inmortalizó "Color esperanza" se despidió con "Himno de mi corazón", de Los Abuelos de la Nada. "Dejé la vida, dejé el páncreas acá", bromeó ante el alarido de sus fans. Alegría, emoción y mucha entrega caracterizaron a un concierto que demostró cómo y por qué un artista de pop puede trascender el tiempo y las fronteras, a través del respeto al público pero también a sí mismo.